lunes, 15 de agosto de 2022
LA CRISIS QUE SE AVECINA
Cuando pagas 1,50 euros por una botella pequeña de agua o 2,20 por un tinto de
verano, te llevas la impresión que estamos ante una situación límite. La
pregunta es obligada: ¿Cuántas personas y durante cuánto tiempo pueden aguantar
esto? Si el salario medio está en 1500 euros, la respuesta es clara:
Podrán aguantar ese ritmo los que ganen por encima de ese salario medio, pero no
los que estén por debajo. Estamos por tanto, alimentando una nueva crisis. No es
solo porque lo digan los expertos, sino que lo percibimos los ciudadanos cuando
vamos al supermercado, echamos carburante al coche o queremos hacer una reserva
en un hotel. Las cifras oficiales que nos hablan de una inflación de un 10,8;
son la antesala de una crisis de consumo y por ende, de una nueva crisis
económica. Entraremos en los próximos trimestres en recesión, aumentará el paro
y la capacidad de compra de los ciudadanos se reducirá. Así que tocará de nuevo
remar contracorriente, sobre todo aquellos que tengan más deudas o sus ingresos
sean pequeños. Esta situación formará parte de nuestras próximas preocupaciones.
Otros sin embargo, luchan por salvar la vida huyendo de las hambrunas o las
guerras, buscando un hueco en las sociedades, que aunque en crisis, piensan
ellos les pueden ofrecer un futuro mejor. También las hay que sufren la
esclavitud, como las mujeres afganas, que están desposeídas de los más
elementales derechos humanos. Lo sorprendente de todo esto, es que parece
importarnos más la subida de la cerveza, que el cautiverio de las mujeres
afganas o saudíes o qataríes. El mundo es desigual e injusto. Cada vez hay más
pobres y más personas que carecen de libertad o no le son reconocidos los más
elementales derechos humanos. Probablemente estemos asistiendo ya a la tercera
guerra mundial, esa que enfrenta a pueblos ricos contra pueblos pobres, o a
países con regímenes autocráticos o dictatoriales contra países de regímenes
democráticos donde se reconocen los derechos humanos. El futuro por tanto es
incierto para unos y para otros. Incierto para los que hacen cuentas para llegar
a final de mes, e incierto para los que huyen de las bombas y el hambre.
Francisco Vergara
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