lunes, 27 de julio de 2020

UNIDAD ANDALUCISTA

Las elecciones vascas y gallegas de hace unos días, han supuesto un triunfo para partidos nacionalistas en dichas comunidades. Han subido el PNV y EH Bildu en Euskadi y BNG en Galicia. Muchos ciudadanos de esas comunidades apuestan por partidos propios, en la confianza de que éstos, van a defender mejor sus intereses que los partidos estatales. Si así piensan muchos vascos y gallegos, cabía preguntarse ¿cómo pensamos los andaluces? Cuando los andaluces hemos sido llamados a las urnas en las últimas convocatorias, los partidos autóctonos que se han presentado en solitario, sin coaligarse con partidos estatales, han contado con apoyo apoyo. Lo que nos lleva a hacernos otra pregunta: ¿Ocurre esto porque los andaluces no creemos en nuestra potencialidad como pueblo o porque no se nos ofrecen opciones andaluzas atractivas para votarlas? En mi opinión, a las dos partes de la pregunta podemos contestar afirmativamente .
Tras la restauración democrática de 1977, en nuestra tierra existía un fuerte carácter reivindicativo de lo andaluz, por un lado señalando las bondades de nuestro país, y por otro, los agravios que Andalucía sufría desde tiempo inmemorial con respecto al resto del Estado. La sociedad andaluza clamaba contra los poderes centrales, a los que se les atribuían nuestras carencias y necesidades, convirtiéndose nuestra Comunidad en un territorio combativo y con conciencia de pueblo diferenciado, que decía basta ante semejante atropello. Andalucía se puso en marcha y conquistó la Autonomía que le negaban y puso en las Cortes Generales a diputados andalucistas. Algo insólito en España. Los poderes centrales se veían obligados a mirar de Despeñaperros para abajo a la hora de gobernar. Pero como ya pasó en otros momentos de nuestra historia, los partidos centralistas se encargaron de adormecer el carácter reivindicativo del andaluz de entonces, sustituyéndolo por una aceptación y complacencia con los que poniéndose un ropaje semiandalucista, estaban destinados a neutralizar la rebeldía y el empuje del andalucismo.
Pero igual que lo anteriormente dicho, hemos de considerar que a los andaluces no se nos han presentado ofertas  atractivas por parte de los distintos partidos o grupos andalucistas que operan en nuestra Comunidad. Analizar esa evidencia sería demasiado extenso y prolijo. Lo verdaderamente importante en estos momentos, es articular un Bloque de fuerzas andalucistas, para presentarle al pueblo andaluz un proyecto interesante que sea alternativa al centralismo gobernante. Los andaluces no podemos resignarnos a tener las cifras de paro más altas, las pensiones más pequeñas, menos camas de hospital y plazas escolares por habitante que la media española, ni menos recursos para combatir la crisis de la covid que el resto de comunidades, ni estar en los últimos puestos de renta per cápita. Andalucía tiene que protagonizar su futuro, y eso sólo puede hacerse uniendo fuerzas autóctonas andaluzas que pongan sus estrategias al servicio de un único objetivo: Conquistar el poder en Andalucía para ponerlo al servicio de los andaluces. La tarea puede parecer hercúlea, y lo es, pero nunca se consiguió lo mejor, lo más útil, lo más conveniente, sin esfuerzo.

lunes, 13 de julio de 2020

YA ESTÁ DIEGO CON NOSOTROS

Hace tres meses despedíamos en la familia a un Diego nonagenario que nos abandonó tras una larga e intensa vida. Ayer tomó el relevo otro Diego al que le espera asombrarse cuando salga a la calle y vea cómo las cosas se mueven y gente como él pero mayor, se esconden tras unas máscaras como si estuvieran representando una obra de teatro.Cuando Diego conozca a su hermana Sofía, conocerá a quien lo cogerá de la manita y le enseñará a dar los primeros pasos en la vida. Y un día lo visitará su abuelo polaco o él visitará al abuelo y allí conocerá a sus primos de aquel país que también es el suyo, porque su madre le enseñará a amar lo que también a él le pertenece. A sus primos de aquí ya los habrá conocido para entonces, y apreciará en ellos - aunque él todavía no lo perciba - la protección de los que siendo todavía niños, empiezan a tener cosas de mayores de tanto observar cómo estos se comportan. Diego ha venido al mundo haciéndose notar y dejando huella en el cuerpo de su madre: Una cicatriz que irá desapareciendo conforme el niño vaya creciendo. A Diego le queda un largo camino que recorrer en la vida. Un camino que esperemos tenga más luces que sombras, porque de éstas también habrá. No estamos hechos los humanos sólo para el placer y la alegría. También en nuestros caminos se cruzan a veces sombras. Pero como dijo ayer mi hijo Diego, el padre del niño; él nunca lo abandonará en el camino de la vida. Tampoco lo abandonaremos los que estamos para ayudar, para tratar de hacerle la vida más fácil a los que nos rodean.
Bienvenido a la vida, Diego. Esperemos que con tu fuerza y con la de tantos niños como tú que se asoman al balcón de la luz tras abandonar las tinieblas de donde venís, el mundo sea mejor el día de mañana, desaparezcan las desigualdades y también los niños nacidos en otras latitudes, puedan gozar de la comida diaria y de la educación necesaria para ser de mayores mujeres y hombres libres.
Diego, también eres un niño afortunado porque no muchos como tú, pueden presumir de tener dos bisabuelas todavía entre nosotros. A ellas les alegrarás la vida con tu primera sonrisa, los primeros dientes, tus primeras palabras. Tus abuelas Sofía y Alcora te estrecharán entre sus brazos. La abuela Alcora tiene el privilegio de haberlo hecho ya. La abuela Sofía lo hará con los brazos de su hija Ola, tu madre.