domingo, 12 de agosto de 2012

     El día que nació Álvaro, la prima de riesgo española alcanzó cotas de rescate. El fracaso del gobierno de España en política económica está siendo absoluto, donde ninguno de los indicadores que marcan las tendencias en este ámbito son positivos. Cada vez queda menos dinero para mantener los servicios públicos básicos, ya que los intereses de la deuda aumentan tras cada subasta del Tesoro. España no puede mantenerse más tiempo así, porque si mal estamos hoy, peor estaremos mañana si no se actúa con urgencia. Los parados que no encuentran trabajo, las listas de espera en la sanidad pública, el deterioro en la enseñanza, la paralización de las inversiones, la reducción de los programas de I+D+I, etc... hacen necesaria una puesta en común de todas las fuerzas políticas que tienen representación en las Cortes, los parlamentos autonómicos y los ayuntamientos, así como las organizaciones empresariales y sindicales, en la búsqueda de las soluciones necesarias para revertir la situación, y poder presentarse ante la Unión Europea como un Estado unido en sus políticas y sus objetivos. Tenemos que pasar del "lo hacemos porque tenemos mayoría absoluta" al "colaboremos todos para salvar la situación". Menos discrepar y más cooperar.

      El día que nació Álvaro, Andalucía fue noticia en todo el mundo por el saqueo en un supermercado a cargo de un grupo de personas comandadas por el sempiterno alcalde de Marinaleda y parlamentario andaluz Sánchez Gordillo, con el pretexto de entregarle esa comida a familias que pasan hambre. Que idea más bonita si las verdaderas intenciones fueran ésas y no llamar la atención, no hacerse publicidad gratuita a costa de los que más sufren y padecen. Otra payasada más de quien es un verdadero especialista en políticas de comunicación, no teniendo empacho en utilizar y manipular aquello que le interese para fomentar su protagonismo, en vez de proponer leyes en el Parlamento al que pertenece para acabar o aminorar el paro y la miseria en nuestra tierra, máxime cuando forma parte de la mayoría que apoya al Gobierno Andaluz. Andalucía, con personajes como estos, tiene un futuro poco halagüeño, ya que lo que necesita son hombres y mujeres que en  los ámbitos sociales, económicos, culturales y políticos se comprometan a mejorar nuestro país con propuestas positivas, con esfuerzos colectivos que persigan el bien común, y con iniciativas que nos conduzcan a mejorar las condiciones de vida de los que aquí vivimos.

      El día que nació Álvaro, se preparaban los actos en memoria del Padre de la Patria Andaluza Blas Infante, quien diseñó un futuro para Andalucía donde el amor a la tierra, la defensa de la identidad cultural, la solidaridad entre los pueblos y la justicia social, fueran los ejes por los que se guiara la clase dirigente en Andalucía. 

       El día que nació Álvaro Vergara Márquez, su abuelo decidió que debía y podía aportar algo más para que la tierra en que iba a vivir su nieto, le ofreciera más oportunidades a los que como él se han encontrado un país desolado y sumido en la depresión, con el paro o la emigración como destinos más probables. Que nuestra sociedad mejore no es o no debe ser una utopía, es una necesidad, más aún, es una obligación de aquellos que creemos  que nuestra contribución puede ser válida.